Las ventajas del uso de un gasterópodo para la detección de contaminación por tributilestaño en sedimentos

Lo que en la década de 1950 parecía una solución en la industria naval para evitar el biofouling o acumulación de microorganismos, algas o bivalvos en las estructuras y materiales que estaban sumergidos continuamente en el mar, se confirmaría años después como un grave problema para muchos organismos marinos, hasta el punto de que las autoridades internacionales prohibieran su uso. El tributilestaño, TBT, es un compuesto biocida que comenzó a utilizarse como ingrediente activo en pinturas anti-incrustantes con la finalidad de evitar el crecimiento de organismos, no obstante, con el paso de los años y su difusión mundial, se confirmó que no era discriminatorio y resultaba altamente tóxico para algunos organismos. Al engrosamiento anormal detectado en las conchas de las ostras en Arcachon (Francia), se sumó en  la década de 1970 en Inglaterra y Estados Unidos la observación de la presencia de un pene en hembras de los gasterópodos Nucella lapillus y Nassarius obsoletus. Este fenómeno, denominado imposex, consiste en la imposición de carácteres sexuales masculinos como el pene o el vaso deferente en hembras de algunas especies de gasterópodos. El imposex no se relacionó hasta 1981 con la contaminación debida al TBT al observarse que, cerca de los puertos, los niveles de esta anormalidad eran más elevados. Sucesivas directivas europeas y la Convención Internacional para el Control de las pinturas antifouling perjudiciales, celebrada en 2008, determinaron la prohibición a escala mundial de usar TBT en todos los barcos.

“En los estados más severos de imposex las hembras pueden ser estériles, lo que conduce a una merma o extinción de la población. En la actualidad hay registros de este efecto en más de 260 gasterópodos”, explica el investigador de la Universidad de Aveiro y del Grupo Ecotox de la Universidad de Vigo Filipe Laranjeiro. El investigador señala que, el hecho de que el imposex sea una respuesta altamente específica al TBT, lo convierte en uno de los mejores biomarcadores de monitorización ambiental y en una herramienta eficaz y de bajo coste para detectar la contaminación por este compuesto en el ambiente acuático. Habida cuenta la grande utilidad de este biomarcador, organizaciones como Ospar o Helcom consideran el imposex un elemento obligatorio en sus programas de monitorización ambiental.

Imposex en Galicia y un caso de estudio en el puerto de Vigo

Estudios realizados en la década de 1990 en las rías gallegas confirmaron que las de Ferrol, Coruña, Arousa y Vigo eran las áreas más contaminadas por TBT, debido a los puertos pesqueros y la mercancía que albergan. Trabajos posteriores revelaron que la aplicación de las directivas europeas sobre prohibición de uso de tributilestaño fueron eficaces, registrándose una merma del nivel de este compuesto en medio ambiente, algo que también se observó en otros países europeos, aunque en casos puntuales se siguen registrando poblaciones con niveles altos de imposex.

El grupo Ecotox de la Universidad de Vigo, al amparo del proyecto Sediport, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, realizó en la zona portuaria de Vigo varios estudios. En un artículo recientemente publicado demuestran las ventajas del uso de la especie del gasterópodo Nassarius reticulatus en un bioensayo realizado para la detección de contaminación por TBT en sedimentos. Para la realización del bioensayo se recogieron individuos de esta especie en una estación de control previamente definida por sus bajos niveles de imposex, exponiéndose posteriormente a los sedimentos a testar durante 28 días. “Los resultados mostraron que en tres de los seis sedimentos recogidos en 2010 en diferentes zonas del puerto de Vigo hubo un aumento estadísticamente significativo de los niveles de imposex. Esto era indicativo de que en ellos había TBT biodisponible, siendo así un riesgo potencial tanto para gasterópodos como para otros organismos debido a su alta toxicidad”, explica el investigador de Ecotox.

El valor del bioensayo con sedimentos

Por otra parte, la monitorización hecha en las poblaciones de N. reticulatus existentes en las zonas donde se recogieron los sedimentos demostró que entre 2008 y 2013 los niveles de imposex habían decrecido sólo en las zonas que contenían los sedimentos que no habían causado ningún efecto en el bioensayo de 2010. También se confirmó que el nivel de imposex se había mantenido considerablemente elevado en ese período, en una de las zonas cuyo sedimento había inducido en 2010 un crecimiento de los niveles de imposex. “Todo esto pone de manifiesto que el bioensayo en sedimentos es una herramienta de bajo coste que puede detectar contaminación por TBT en zonas donde no hay poblaciones nativas de gasterópodos y sin necesidad de hacer análisis químicos que suponen costes elevados. Este bioensayo puede también identificar de manera precoz zonas contaminadas y anticipar niveles futuros de imposex o, al revés, la recuperación de los niveles de imposex de las poblaciones”, señala el investigador portugués. Los resultados de este trabajo permitieron diseñar un protocolo que fue incluido en el Manual de métodos básicos en contaminación acuática, editado por Ecotox.

Filipe Laranjeiro alerta de que, aunque en Galicia la tendencia natural es la bajada de los niveles de imposex en zonas que incluyen astilleros, puertos de pesca y mercancías, la polución por TBT puede seguir detectándose debido a que su tasa de degradación en los sedimentos es baja.

Póxima conferencia en la ECIMAT

El próximo miércoles día 15 Filipe Laranjeiro presentará bajo el Programa “Café con sal” de la Ecimat, la ponencia titulada “El sexo cambia en la playa: disrupción endocrina en gasterópodos”.

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