La navaja es un recurso marisquero que, aunque en el pasado apenas tenía valor, durante los últimos años se ha convertido en un recurso de alto valor comercial. De entre todas las zonas de explotación, la Ría de Vigo es la más productiva, aportando en el año 2016 133 toneladas y unos ingresos de 1,5 millones de euros. En Galicia, los bancos son explotados manualmente de una forma altamente selectiva. Sin embargo, en los últimos años este recurso ha sufrido una alta tasa de explotación, a pesar de que su rendimiento máximo sostenible aún se desconoce. La pesquería de la navaja se enfrenta además a un problema durante los meses de invierno puesto que un alto porcentaje de individuos se rompen por el pie al ser capturados debido al desarrollo de la gónada dentro del pie en el período de madurez, siendo descartadas por no poder ser comercializadas. Con el fin de evitar este problema o reducirlo al máximo posible, la explotación se detiene generalmente por iniciativa de los recolectores durante uno o dos meses durante el invierno. Sin embargo, el conocimiento previo del estado gonadal tanto por los recolectores como por la Administración ayudaría a reducir los decartes y agilizaría los trámites administrativos necesarios para la rotación entre bancos.
Con este objetivo y continuando con los estudios ya iniciados en la Ría de Pontevedra por el grupo de Ecología Costera, liderados por Elsa Vázquez, arrancará un proyecto de investigación en la ría de Vigo de la mano de la Universidad y de la Consellería del Mar. El rector, Salustiano Mato, y la conselleira, Rosa Quintana, firmaron este lunes un convenio de colaboración que permitirá trabajar codo a codo a la comunidad científica con el sector y la administración. El objetivo de este proyecto es dar soporte biológico y tecnológico a la gestión de la pesquería de la navaja, estudiando la heterogeneidad espacial en la reproducción y mejorando los métodos de estudio y visualización del estado gonadal de los bancos ya inciados en estudios previos. A mayores, se estudiará la distribución del stock y se evaluará la posible aplicación de modelos de estimación del estado de los stocks partiendo de datos limitados. La finalidad es promover una explotación basada en información biológica obtenida de forma continua que se recogerá en una aplicación informática y que permitirá reducir los períodos de cierre y los descartes de ejemplares.
Información recogida y disponible a tiempo real
La investigación, con un presupuesto de 166.000 euros y vigente hasta agosto del año 2020, estudiará la variabilidad del ciclo reproductivo y talla de la primera puesta de la navaja en la ría viguesa, desde los bancos más interiores como lo de Rande hasta los más exteriores, en las islas Cíes. “La información biológica será recogida por los buceadores y por las asistencias técnicas de las cofradías, que serán los encargados de introducir esos datos en la aplicación”, como detallaba Alba Hernández, técnica del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Vigo y responsable de los estudios ya realizados en la Ría de Pontevedra. Así, se contará con conocimientos en tiempo real que permitan, como explicaba la conselleira, “mayor agilidad en la toma de decisiones para la gestión de este recurso”. El rector de la Universidad destacó la importancia de este acuerdo porque “permite que el personal científico de la Universidad trabaje de la mano de la administración y acerque sus conocimientos al mundo real” y remarcó el papel tanto del Campus del Mar, como del Centro de Investigación Marina y del Centro Singular de investigación en Tecnologías de Telecomunicación atlanTTic, que serán los organismos participantes de nuestra Universidad, junto con el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de la Dirección General de Desarrollo Pesquero. Todos ellos trabajarán de la mano de las cofradías que están explotando la navaja en la ría de Vigo, que reúnen 52 embarcación y 78 recolectores.
Del diseño de la herramienta informática se encargarán expertos de atlanTTic. Como explica Francisco Javier González Castaño, director del Grupo de Tecnologías de la Información, tomarán los resultados de la Ecimat y la experiencia de campo del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) para “convertir sus resultados en una aplicación móvil de análisis de datos que permita que los mariscadores puedan identificar el mejor momento para realizar su labor”. A través de esta herramienta, que se podrá emplear tanto desde los teléfonos como desde los equipos de mesa, los trabajadores podrán conocer el estado del recurso en los distintos bancos marisqueros y reducir los períodos de cierre de los bancos de navaja y los descartes de ejemplares. En este sentido, el rector explicaba que “es importante no extraer navaja en el período de ruptura, el período más importante de su ciclo de vida, el de la madurez gonadal, por un lado, porque es un período crítico para la especie y, por otro, genera un elevado número de descartes”.
Estudio previo en la ría de Pontevedra
Alba Hernández explicaba en la rueda de prensa que este proyecto nace de un estudio científico previo desarrollado en la ría de Pontevedra con la cofradía de Bueu, en el que se comprobó que “existe un desplazamiento del ciclo gonadal entre la parte interna y externa de la ría, ya que la navaja madura antes en el interior que en el exterior”. Contando con esta información actualizada, que obtendrían de la aplicación informática, los buceadores “se podrán ir desplazando por los bancos según el estado de madurez de la especie”, evitando la captura de ejemplares en período de ruptura. Esto permitirá reducir o evitar las vedas y cierres totales de la ría y, de hecho, en este estudio previo “se consiguió reducir la veda de dos meses a un mes”.
Metodologías con datos limitados
Otra de las partes del proyecto será coordinada por el científico Gonzalo Macho, del grupo de Ecología Costera, que se encargará de evaluar el estado del recurso empleando diferentes metodologías apropiadas para pesquerías con datos limitados, como son las pesquerías tradicionales. Se probarán métodos basados en los parámetros del ciclo de vida, en las capturas o en las tallas de capturas. Estos modelos emplean teorías científicas comprobadas y precisan pocos datos para conocer el estado del stock, la abundancia, la dinámica a lo largo de los años, etc. Se trata de un modelo, como añadía Hernández, “que se están empleando en la FAO y en otros organismos mundiales, pero que nunca se introdujo en Galicia, por lo que se probará su eficiencia en el sector de la navaja y se evaluará la posibilidad de aplicarse la otras especies”.